Cuándo el Jefe Rafael Leonidas Trujillo Molina habían una brigadas de la Sanidad Pública que salían a las calles a verificar si las prostitutas tenían su carnet y se se habían sometido a los chequeos médicos gratuítos para determinar su estado de salud y si no lo estaban les brindaban las atenciones para curar sus males, como una forma que tenía el gobierno para proteger, principalmente a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, ya que en gran parte eran jóvenes solteros que necesitaban fisiologica y amorosamente las caricias del sexo débil: La Mujer.
El PERIODICO FLECHA CLEMENTE, Su Diario Digital de Sto. Dgo. Oriental, del País y del Mundo, quedó totalmente sorprendido, cuando vió, Hoy Domingo, una información en el Nacional digital, donde informaba que el Ministro de Interior y Policía, conjuntamente con el Fiscal del Distrito Naciona y una cantera de Fiscales Adjuntos con miembros de la Policía Nacional, andaban acarrereando a mujeres en nuestras principales avenidas, por ser supuestamente prostitutas, como si ellas tuvieran un letrero que le identificaran como mejeres de vida fácil o desordenadas. Nosotros, en Flecha, nos preguntamos: ¿ Cuántas damas serán llevadas a la cárcel y acusadas de prostitutas ?. ¿ Quién les pagará las reparaciones morales a las damas que sean apresadas y sometidas a ese acosamiento ?. ¿ Qúe dirán los esposos o maridos de esas damas, supuestamente prostitutas ?. ¿ Podrán ir sus esposas al malecón o sus hijas sin que corran el riesgo de ser apresadas y acusadas de prostitutas?. ¿ es que acaso el Ministro de Interior y Policía, sus ansias de obtener la candidatura presidencial delP.L.D. le ha trastornado el juício, al gual que al Fiscal Moscoso?.
Esas autoridades deben ser muy cuidadosas, pues pueden, con sus medidas represivas e inaceptables cometer una serie de atropellos que no tendrán reparación moral por el daño que puedan causar a damas que tienen el derecho de circular libremente por las calles de su país, sin que ningún guanajo quiera impedirselo, pues están amparadas por la Constitución de la República, a lo que todos los dominicanos y extranjeros tenemos que someternos, aún a disgusto, ya que ninguna autoridad, por mas alevada que sea su categoría, está por encima de los mandatos de nuestra ley de leyes, nuestra Carta Magna, nuestra Constitución. ¡Estamos claros!.
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