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EL COMENTARIO DE LA NOTICIA:- En el día de ayer, un voraz incendio dejó a la interperie a cuatro humildes familias, destruyendo sus casas por las llamas implacables que no les permitieron salvar nada, aunque lo más preciado, que es la vida, si pudieron hacerlo.
Se trata del incendio de la calle Guarocuya, parte atrás, casi a la orilla del Rio Ozama, en el sector de Los Tres Brazos, donde residian los señores Lino Polanco, con tres hijos y esposa; Dulce Maria García, con cuatro hijos y dos nietos; Genaro Polanco, con tres hijos y Cristóbal Polanco, con cuatro niños, todos menores, los cuales hoy se encuentran durmiendo donde le coja la noche o donde un vecino que se apiade de su penosa situación y les brinde cobija por una que otra noche, mientras pueden resolver el grave problema que los agobia.
Las fotos del Director Gráfico del PERIODICO FLECHA CLEMENTE, Su Diario Digital de Santo Domingo Oriental, Alberto Clemente Melo, muestran el triste panorama de éstas humildes familias que hoy claman para que el Alcalde de Santo Domingo Este, Juan de los Santos, el Plan Social de la Presidencia, los Comedores Económicos del Estado, acudan en auxilio de esas cuatro familias que hoy deambulan por la calle sin ninguna esperanza y llenos de una espantosa realidad de ver como cae cada día sin tener un techo donde cobijarse.
Juan de los Santos, Alcalde de Santo Domingo Este, debería trasladarse a las casitas siniestradas, palpar la realidad de lo acontecido y disponer la reconstrucción de las mismas, y mientras tanto buscarle un lugar donde pernoctar por las noches, suministrandoles camas y otros enseres indispensables para la sobrevivencia.
Esta otra gráfica muestra el estado en que quedaron las cuatro familias que tenían sus humildes viviendas y que fueron pastos de las llamas. |
Invitamos a todos los lectores del PERIODICO FLECHA CLEMENTE, su Diario Digital de Santo Domingo Oriental a solidarizarse con esas humildes familias que han perdido todo, menos la esperanza de poder recuperarse con la ayuda de las personas generosas y humanitarias que en nombre de Dios contribuirán a que esas familias no pasen a la gran legión de los damnificados sin techo y sin una esperanza para un mañana más próspero.
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