El afán de tener riquezas fácil y rápida está llevando el país a la perdición |
EL COMENTARIO DE LA NOTICIA:- El Padre Luis Rosario, de la Pastoral Juvenil de la Iglesia Católica, se la puso bien dura al gobierno del Presidente Leonel Fernández, cuando le solicita poner especial atención al SICARIATO, LA DELINCUENCIA, LA CORRUPCION, EL NARCOTRAFICO Y LA DROGADICCIÓN, males sociales que han hecho estragos en la sociedad dominicana, muy especialmente en nuestra juventud, la que se viene viendo envuelta en accio es horripilantes, como crímenes con
descuatizamiento humano, lo que demuestra la degeneración a que han llegado en la perdida de todo sentimiento hacia los demás. El gobierno debe poner mucha atención a los planteamientos de quién, como el Padre Luis Rosario, trata los problemas de la Iglesia Católica con la juventud, por lo que su llamado es un ¡ ALERTA ROJO !, para que despertemos de una realidad amarga que está poniendo en grave peligro a toda la sociedad, con un gobierno indolente que toma las medidas necesarias para evitar que esa juventud se descarrile y nos ponga a vivir en un permanente estado de zozobra.
El problema de no es de políticos, no es de posición de partidos, es la voz orientadora de la iglesia que lanza su voz de alarma y preocupación frente a los graves problemas nacionales que vienen sucediendose uno tras otro en nuestro país, sin que el Primer Mandatario de la Nación diga ésta boca es mia, porque él lo deja todo pasar, como si estuviera en otro país y nada de lo que acontece le toque vivirlo a él y también corregirlo dentro de las medidas de posibilidades que pone las leyes en sus manos para enfrentar situaciones de ese tipo. Ahora bien, aquí a muchos que han ido al gobierno para crear fortunas personales sin importar lo que pase, pues quieren tener una buena cifra para poder, cuando salgan del gobierno, irse al extranjero con su familia a disfrutar del dinero robado a los pobres. A esas gentes no les importa un cómino lo que pase, pues su interes es asegurar su porvenir con lo recursos de las arcas nacionales. Esa es la preocupación que embarga al Padre Luis Rosario y a toda la Iglesis Católica, la Iglesia Evángelica y a todos los sectores responsables de la sociedad dominicana.
Aún estamos a tiempo, pongamos atención a los graves problemas que vivimos en nuestro país, si queremos un desarrollo sano de nuestra juventud y un progreso sostenido basado en el respeto a nuestras instituciones.
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