
cual aspira a convertirse en un pichoncito de dictador, olvidando como salen los dictadores del poder.
En esos 37 años el Partido de la Liberación Dominicana, de una organización clasista y de alta élite, se convirtió en un Partido populista con aparentes esencias del marxismo, pero desvirtuandose del mismo y convirtiéndose en una organización aupadora de la corrupción en todos los sentidos. Su único legado hasta la fecha lo constituye el Metro de Santo Domingo y los elevados, que para realizarlos se penalizó los avances en la educación, porque al Presidente de ese Partido, que es Presidente de la República, Dr. Leonel Fernández, lo único que le interesa son las obras de relumbrón y no el desarrollo integral de la Nación Dominicana.
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